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jueves, 1 de enero de 2015

Carros, carretas y diligencias


El Correo Real y el coche de postas
Los viajes de postas eran viajes a caballo a la ligera (sobre la grupa) aunque en algunos recorridos había la posibilidad de hacerlo sobre carruajes, básicamente en las carreteras más importantes. 
Coche de postas
  Fuente:  rails i ferradures



Eran viajes que se realizaban en determinadas condiciones, pues estaban muy reglamentados. A mediados del siglo XIX estos transportes podían realizar 250 Km diarios, pero eran viajes muy largos e incómodos. Las seis carreteras radiales que partían desde Madrid resultaban ser los principales itinerarios de postas: hacia Bayona, Perpiñan, Alicante, Cádiz, Badajoz y La Coruña.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Galeras de secano

galera terrestre
Galera
Se estima  que en España fue a lo largo del siglo XVII cuando los carros y diligencias sustituyeron a las caballerías como principal medio de transporte; especialmente si el recorrido se realizaba por caminos transitables para ese tipo de vehículo. Desde entonces el uso mayoritario de carretas y diligencias prevaleció sobre otros medios de transporte hasta que a mediados del siglo XIX la implantación del ferrocarril apartó diligencias, galeras y carros hacia los caminos donde el ferrocarril no era rentable. Según P. Alzola (1899) en España durante el siglo XIX existió un tráfico muy regular de galeras que circulaban por caminos y carreteras de segundo orden, pero con el tiempo fueron desplazadas por las diligencias hasta que finalmente llegaron los modernos vehículos autopropulsados.

viernes, 1 de agosto de 2014

Ladrones pero honrados...



Fuente;kikkax.blogspot.com.es
 Hay un dicho popular que dice: "Quien no roba, porque no puede" y cuando busco en el pasado cómo eramos, de qué manera nos desplazábamos y nos relacionábamos, me encuentro con perlas como ésta en la obra de Teofilo Gautier Viaje por España. Agudo observador que recorrió nuestras tierras hace dos siglos y nos dejó descripciones tan interesantes y costumbristas como la siguiente:


domingo, 15 de diciembre de 2013

¿Cómo era el tráfico en el Londres del siglo XIX?



London Tower   Leonard Bentley.  Licencia CC
Los modelos de movilidad evolucionan acompañando a la sociedad. Con el tiempo algunos de sus problemas se transforman, otros desaparecen, pero también surgen nuevos inconvenientes a partir de los cambios que se producen con los diferentes medios de transporte que usamos en nuestros desplazamientos. No está de más echar una mirada retrospectiva a la movilidad que tenían nuestros antepasados en las grandes ciudades del siglo XIX. He encontrado un texto muy interesante de la ciudad de Londres que habla de este tema. Se trata de una descripción de la vida callejera de esa ciudad en 1890 realizada por el arquitecto inglés Ebenezer. H. Creswell. La cita ha sido extraída de la obra de Jane Jacobs Muerte y vida de las grandes ciudades (1961) editada recientemente por Capitán Swing Libros y traducida por Ángel Abad y Ana Useros. La autora tomó esta cita de la revista inglesa Architectural Review del número de diciembre de 1958. 

(Una pequeña aclaración para este texto; cuando se menciona el barro hay que entenderlo como un eufemismo...)

lunes, 15 de julio de 2013

Aquellos viejos caminos

Muévete y el camino aparecerá.
(proverbio zen)


Cuando personas y animales compartían los rigores del viaje

A finales del siglo XVII en los viejos caminos de las Españas normalmente se solía viajar a pie o con caballerías. Realizar largos trayectos a pie  por aquellos caminos de polvo, barro y piedras no solía estar muy bien visto. Acostumbraban a ser mendigos y vagabundos quienes viajaban andando, y habitualmente al llegar a los parajes habitados eran mal recibidos y blanco de cualquier sospecha. Las largas peregrinaciones de carácter religioso eran una excepción, como por ejemplo el Camino de Santiago que era un itinerario de largo recorrido realizado a pie por personas de cualquier estamento social, pero con una clara finalidad religiosa. De manera que si por algún camino se veía transitar a un paisano solitario, probablemente se trataba de un recorrido de corta distancia realizado por motivos de trabajo o vecindad. Caminar por lugares desconocidos sin compañía no era muy recomendable, pues la seguridad en muchos caminos era escasa. Aquellos eran tiempos en los que la seguridad vial no estaba tan centrada en los problemas que planteaba el tráfico, como lo pueda ser hoy, sino en la integridad física de las personas ante la posibilidad de ser atacadas y robadas por desaprensivos.

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